En
1976 detuvieron a mi hermano Osgur y le condenaron injustamente por
robar el tren de correos en Sallins. Mientras estaba bajo custodia
policial fue torturado y obligado a declarar que participó en el robo,
delito que no cometió. En 1978 fue condenado a 12 años de cárcel y
puesto en libertad en 1980 después de que la sentencia fuera recurrida y
la condena anulada.
Iniciándose
los correspondientes recursos legales en 1976, a los que el Estado se
opuso frontalmente, finalmente recibió una compensación económica en
1993. Durante los 17 años que transcurrieron desde su detención hasta la
percepción de la compensación económica mi salud mental estuvo muy
afectada. Durante ese tiempo la música fue un gran refugio, centrándome
plenamente en la música tradicional irlandesa.
Posteriormente me diagnosticaron estrés postraumático.
En
2014 y 2015 el Departamento de Cultura me concedió una beca para
realizar junto con otros músicos mi viaje personal a través de la música
y proyecciones audiovisuales en un entorno teatral. De este proceso
surgió el cortometraje (The Whistle-Blower) dirigido por una de mis
colaboradoras, Trish McAdam y producido por mí. Incluyo retazos de la
música compuesta por Trevor Knight y Brian Fleming para la película,
además de la letra especialmente encargada a la cantautora Susan
McKeown.
La película incluye imágenes del fotógrafo Derek Spiers y fue seleccionada para el Festival de Cine de Galway de 2017 en la categoría de cortometraje.
En
2017 el Consejo de Arte Drámatico me concedió otra subvención. A partir
de entonces compuse mi nueva obra en colaboración con los músicos Daire
Bracken y Martin Tourish, que incluye una estrofa de la canción “The
Heavy Game” de Susan McKeown en el primer tema del CD.
Cada uno de los seis temas esta directamente relacionado con mi propia historia y muestra el trauma personal que sufrí de adolescente y joven adulto.
En 2018 el Departamento de Cultura me concedió una nueva subvención para realizar en 2019 una gira de esta obra en directo con Daire y Martin, en la que se incluye la proyección del cortometraje en primer lugar seguido de unas breves reflexiones sobre cuestiones planteadas en la película para dar paso a la música.
Es mi intención trabajar nuevamente con el director Raymond Keane, poseedor de una amplia experiencia cinematográfica. El será el moderador del coloquio tras la proyección.
El artista Robert Ballagh ha creado una puesta en escena sencilla a la cual Luís Poveda añadirá el diseño gráfico y de luces durante la representación en directo de la música.
Mi intención es entrelazar tres formatos diferentes que atraigan al público: película, discusión y música en directo.
Eso facilitará que la audiencia entienda bien mi historia además de su desarrollo artístico y emocional de cuatro años.
Esta combinación de formatos hará posible que presente mi trabajo de una forma completamente nueva e innovadora que ampliará a los artistas tradicionales la manera de acercarse a su público. The Whistle-Blower ofrece arte tradicional de alta calidad tanto a un público nacional como internacional.
Además, permitirá que el público experimente mi relato y el desarrollo de un viaje artístico de cuatro años a nivel emocional. Al mismo tiempo, permitirá compartir y presentar mi trabajo de una nueva e innovadora manera de ampliar las avenidas por las que llegan los artistas tradicionales a la gente.
Verá el viaje de un músico que sufrió un trauma personal pero que se enfrentó a él a través de un proceso creativo.
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